3. Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, se encontraron con que estaba incendiada, y sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados.





“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina