23. Me levanté y salí a la vega, y he aquí que la gloria de Yahveh estaba parada allí, semejante a la gloria que yo había visto junto al río Kebar, y caí rostro en tierra.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina