1. Miré y vi que sobre el firmamento que estaba sobre la cabeza de los querubines aparecía, semejante a la piedra de zafiro, algo como una forma de trono, por encima de ellos.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina