4. Y los entregó el Señor en poder de todos los reinos de nuestro alrededor para que fuesen objeto de oprobio y maldición entre todos los pueblos circundantes donde el Señor los dispersó.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina