Oseas, 2
4. ¡Acusen a su madre, acúsenla! Porque ella no es mi mujer ni yo soy su marido. Que aparte de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus senos.
4. ¡Acusen a su madre, acúsenla! Porque ella no es mi mujer ni yo soy su marido. Que aparte de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus senos.
“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina