16. La mujer se puso a llorar en brazos de Sansón, y le dijo: "Tú no sientes ningún cariño por mí. Has propuesto una adivinanza a mis compatriotas, y no has querido darme la solución". "No se la di a mi padre ni a mi madre, le respondió él, ¿y te la voy a dar a ti?".





“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina