25. Porque se les apareció un caballo montado por un temible jinete y ricamente enjaezado, el cual, arrojándose con ímpetu, levantó contra Heliodoro sus cascos delanteros. El jinete aparecía cubierto con una armadura de oro.





“Que Nossa Senhora aumente a graça em você e a faça digna do Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina