13. El rey Roboám se reafirmó en Jerusalén y siguió reinando. Roboám tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el Señor eligió entre todas las tribus de Israel para poner su Nombre en ella. Su madre se llamaba Naamá, la amonita.





“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina