11. Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: "Así habla el Señor: Con esto embestirás a Arám hasta acabar con él".





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina