26. Jeroboám, hijo de Nebat, el efraimita, natural de Seredá -cuya madre, una viuda, se llamaba Seruá- estaba al servicio de Salomón y se sublevó contra él.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina