34. Pero Aarón y sus hijos eran los que quemaban las ofrendas en el altar de los holocaustos y en el altar de los perfumes: ellos se ocupaban de todo lo concerniente a las cosas santísimas y del rito de expiación en favor de Israel, según lo que había ordenado Moisés, el servidor de Dios.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina