5. No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo y por algún tiempo, a fin de poder dedicarse con más intensidad a la oración; después vuelvan a vivir como antes, para que Satanás no se aproveche de la incontinencia de ustedes y los tiente.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina