17. Mientras Pedro, desconcertado, se preguntaba qué podía significar la visión que acababa de tener, llegaron los hombres enviados por Cornelio. Estos averiguaron dónde vivía Simón y se presentaron ante la puerta de la casa.





“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina