Ezequiel, 7
12. Ha llegado el tiempo, el día es inminente: que el comprador no se alegre ni el vendedor se entristezca, porque la ira amenaza a toda la multitud.
12. Ha llegado el tiempo, el día es inminente: que el comprador no se alegre ni el vendedor se entristezca, porque la ira amenaza a toda la multitud.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina