Ester, 15
4. Al tercer día, una vez que terminó de orar, Ester se quitó su ropa de penitente y se atavió con todo lujo.
4. Al tercer día, una vez que terminó de orar, Ester se quitó su ropa de penitente y se atavió con todo lujo.
“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina