Eclesiástico, 30
10. No hagas bromas con él, para no sufrir con él ni rechinar tus dientes al final.
10. No hagas bromas con él, para no sufrir con él ni rechinar tus dientes al final.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina