56. La más fina y delicada entre las mujeres de tu pueblo -tan fina y delicada que ni siquiera se hubiera atrevido a pisar el suelo con la planta de sus pies- mirará con odio al esposo de su corazón, a su hijo y a su hija,





“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina