3. Porque así habla el Señor, a la casa de Israel: De la ciudad que sale a combatir con mil hombres quedarán sólo cien, y de la que sale con cien no quedarán más que diez para la casa de Israel.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina