Znaleziono 81 Wyniki dla: tenemos

  • Viendo todo Israel que el rey no le oía, replicó el pueblo al rey diciendo: «¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos herencia en el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!» Israel se fue a sus tiendas. (I Reyes 12, 16)

  • Viendo todo Israel que el rey no le oía, replicó el pueblo al rey diciendo: «¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia en el hijo de Jesé. ¡A tus tiendas, Israel! Mira ahora por tu casa, David.» Y todo Israel se fue a sus tiendas. (II Crónicas 10, 16)

  • Cada mañana y cada tarde quemamos holocaustos a Yahveh, y tenemos el incienso aromático; las filas de pan están sobre la mesa pura, y el candelabro de oro con sus lámparas para ser encendidas cada tarde, pues nosotros guardamos el ritual de Yahveh nuestro Dios, en tanto que vosotros le habéis abandonado. (II Crónicas 13, 11)

  • Oh Dios nuestro, ¿no harás tú justicia con ellos? Pues nosotros no tenemos fuerza contra esta gran multitud que viene contra nosotros y no sabemos qué hacer. Pero nuestros ojos se vuelven hacia ti.» (II Crónicas 20, 12)

  • y les dijeron: «No metáis aquí a estos prisioneros. ¿Por qué, además de la culpa contra Yahveh que ya tenemos contra nosotros, habláis de aumentar todavía nuestros pecados y nuestro delito?; pues grande es nuestro delito y el furor de la ira amenaza a Israel.» (II Crónicas 28, 13)

  • Había quienes decían: «Nosotros tenemos que dar en prenda nuestros hijos y nuestras hijas para obtener grano con que comer y vivir.» (Nehemías 5, 2)

  • Había otros que decían: «Nosotros tenemos que empeñar nuestros campos, nuestras viñas y nuestras casas para conseguir grano en esta penuria.» (Nehemías 5, 3)

  • Y otros decían: «Tenemos que pedir prestado dinero a cuenta de nuestros campos y de nuestras viñas para el impuesto del rey; (Nehemías 5, 4)

  • y siendo así que tenemos la misma carne que nuestros hermanos, y que nuestros hijos son como sus hijos, sin embargo tenemos que entregar como esclavos a nuestros hijos y a nuestras hijas; ¡hay incluso entre nuestras hijas quienes son deshonradas! Y no podemos hacer nada, ya que nuestros campos y nuestras viñas pertenecen a otros.» (Nehemías 5, 5)

  • «Desde la muerte de tu hermano Judas no tenemos un hombre semejante a él que salga y vaya contra los enemigos, contra Báquides y contra los que odian a nuestra nación. (I Macabeos 9, 29)

  • En cuanto a los otros derechos que tenemos sobre los diezmos y tributos nuestros, sobre las salinas y coronas que se nos deben, les concedemos desde ahora una exención total. (I Macabeos 11, 35)

  • Nosotros, aunque no tenemos necesidad de esto por tener como consolación los libros santos que están en nuestras manos, (I Macabeos 12, 9)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina