Znaleziono 1018 Wyniki dla: raíz de David

  • Jonatán respondió a Saúl: «David me pidió con insistencia poder ir a Belén. (I Samuel 20, 28)

  • Blandió Saúl su lanza contra él para herirle y comprendió Jonatán que por parte de su padre la muerte de David era cosa decidida. (I Samuel 20, 33)

  • Se levantó Jonatán de la mesa ardiendo en ira y no comió el segundo día del novilunio, pues estaba afligido por David, porque su padre le había injuriado. (I Samuel 20, 34)

  • A la mañana siguiente salió Jonatán con un muchacho al campo, a la hora acordada con David. (I Samuel 20, 35)

  • El muchacho no se enteró de nada. Solamente lo entendían Jonatán y David. (I Samuel 20, 39)

  • Se marchó el muchacho y David se levantó de junto a la loma y, cayendo sobre su rostro en tierra, se postró tres veces. Se abrazaron los dos y lloraron copiosamente. (I Samuel 20, 41)

  • Dijo Jonatán a David: Vete en paz, ya que nos hemos jurado en nombre de Yahveh: "Que Yahveh esté entre tú y yo, entre mi descendencia y la tuya para siempre."» (I Samuel 20, 42)

  • Se levantó David y se fue, y Jonatán volvió a la ciudad. (I Samuel 21, 1)

  • Llegó David a Nob, donde el sacerdote Ajimélek; vino Ajimélek temblando al encuentro de David y le preguntó: « Por qué vienes solo y no hay nadie contigo?» (I Samuel 21, 2)

  • Respondió David al sacerdote Ajimélek: «El rey me ha dado una orden y me ha dicho: «Que nadie sepa el asunto a que te mando y lo que te ordeno.» A los muchachos los he citado en tal lugar. (I Samuel 21, 3)

  • Respondió el sacerdote a David: «No tengo a mano pan profano, pero hay pan consagrado, si es que los muchachos se han abstenido al menos del trato con mujeres.» (I Samuel 21, 5)

  • Respondió David al sacerdote:» Ciertamente que la mujer nos está prohibida, como siempre que salgo a campaña, y los cuerpos de los muchachos están puros; aunque es un viaje profano, cierto que hoy sus cuerpos están puros.» (I Samuel 21, 6)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina