Znaleziono 48 Wyniki dla: lenguas extrañas

  • Hay en el mundo no sé cuántas variedades de lenguas, y nada hay sin lenguaje. (I Corintios 14, 10)

  • Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros; (I Corintios 14, 18)

  • Está escrito en la Ley: Por hombres de lenguas extrañas y por boca de extraños hablaré yo a este pueblo, y ni así me escucharán, dice el Señor. (I Corintios 14, 21)

  • Así pues, las lenguas sirven de señal no para los creyentes, sino para los infieles; en cambio la profecía, no para los infieles, sino para los creyentes. (I Corintios 14, 22)

  • Si, pues, se reúne toda la asamblea y todos hablan en lenguas y entran en ella no iniciados o infieles, ¿no dirán que estáis locos? (I Corintios 14, 23)

  • Por tanto, hermanos, aspirad al don de la profecía, y no estorbéis que se hable en lenguas. (I Corintios 14, 39)

  • Al partir yo para Macedonia te rogué que permanecieras en Efeso para que mandaras a algunos que no enseñasen doctrinas extrañas, (I Timoteo 1, 3)

  • No os dejéis seducir por doctrinas varias y extrañas. Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino. (Hebreos 13, 9)

  • Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. (Apocalipsis 7, 9)

  • Entonces me dicen: «Tienes que profetizar otra vez contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.» (Apocalipsis 10, 11)

  • Y gentes de los pueblos, razas, lenguas y naciones, contemplarán sus cadáveres tres días y medio: no está permitido sepultar sus cadáveres. (Apocalipsis 11, 9)

  • Me dijo además: «Las aguas que has visto, donde está sentada la Ramera, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. (Apocalipsis 17, 15)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina