Znaleziono 53 Wyniki dla: buenas

  • Por mi parte estoy persuadido, hermanos míos, en lo que a vosotros toca, de que también vosotros estáis llenos de buenas disposiciones, henchidos de todo conocimiento y capacitados también para amonestaros mutuamente. (Romanos 15, 14)

  • Saludad a Apeles, que ha dado buenas pruebas de sí en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo. (Romanos 16, 10)

  • No os engañéis: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.» (I Corintios 15, 33)

  • En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos. (Efesios 2, 10)

  • Nos acaba de llegar de ahí Timoteo y nos ha traído buenas noticias de vuestra fe y vuestra caridad; y dice que conserváis siempre buen recuerdo de nosotros y que deseáis vernos, así como nosotros a vosotros. (I Tesalonicenses 3, 6)

  • sino con buenas obras, como conviene a mujeres que hacen profesión de piedad. (I Timoteo 2, 10)

  • y tenga el testimonio de sus buenas obras: haber educado bien a los hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los atribulados, y haberse ejercitado en toda clase de buenas obras. (I Timoteo 5, 10)

  • Del mismo modo las obras buenas son manifiestas; y las que no lo son, no pueden quedar ocultas. (I Timoteo 5, 25)

  • que practiquen el bien, que se enriquezcan de buenas obras, que den con generosidad y con liberalidad; (I Timoteo 6, 18)

  • Muéstrate dechado de buenas obras: pureza de doctrina, dignidad, (Tito 2, 7)

  • el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras. (Tito 2, 14)

  • Es cierta esta afirmación, y quiero que en esto te mantengas firme, para que los que creen en Dios traten de sobresalir en la práctica de las buenas obras. Esto es bueno y provechoso para los hombres. (Tito 3, 8)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina