Znaleziono 87 Wyniki dla: armas

  • No darán a los enemigos ni les suministrarán trigo, armas, dinero ni naves. Así lo ha decidido Roma. Guardarán sus compromisos sin recibir compensación alguna. (I Macabeos 8, 26)

  • No darán a los combatientes trigo, armas, dinero ni naves. Así lo ha decidido Roma. Guardarán sus compromisos sin dolo. (I Macabeos 8, 28)

  • Depusieron las armas e hicieron la paz. Los judíos alcanzaron gran gloria ante el rey y ante todos los de su reino y se volvieron a Jerusalén con un rico botín. (I Macabeos 11, 51)

  • Cuando se puso el sol, ordenó Jonatán a los suyos que se mantuviesen despiertos y sobre las armas toda la noche, preparados para entrar en combate, y dispuso avanzadillas alrededor del campamento. (I Macabeos 12, 27)

  • Fortificó las ciudades de Judea y Bet Sur, ciudad fronteriza de Judea, donde se encontraban antes las armas de los enemigos, y puso en ella una guarnición de guerreros judíos. (I Macabeos 14, 33)

  • Jerusalén y el Lugar Santo sean libres. Todas las armas que has fabricado y las fortalezas que has contruido y ocupas, queden en tu poder. (I Macabeos 15, 7)

  • Cuando Simón y sus hijos estuvieron bebidos, se levantó Tolomeo con los suyos, tomaron sus armas y lanzándose sobre Simón en la sala del banquete, le mataron a él, a sus dos hijos y a algunos de sus servidores. (I Macabeos 16, 16)

  • Cuando llegaron al rey noticias de lo sucedido, sacó la conclusión de que Judea se separaba; por eso regresó de Egipto, rabioso como una fiera, tomó la ciudad por las armas, (II Macabeos 5, 11)

  • Llegado éste a Jerusalén y fingiendo venir en son de paz esperó hasta el día santo del sábado. Aprovechando el descanso de los judíos, mandó a sus tropas que se equiparan con las armas, (II Macabeos 5, 25)

  • «Ellos, les dijo, confían en sus armas y en su audacia; pero nosotros tenemos nuestra confianza puesta en Dios Todopoderoso, que puede abatir con un gesto a los que vienen contra nosotros y al mundo entero.» (II Macabeos 8, 18)

  • Una vez que hubieron amontonado las armas y recogido los despojos de los enemigos, comenzaron la celebración del sábado, desbordándose en bendiciones y alabanzas al Señor que en aquel día les había salvado, estableciendo el comienzo de su misericordia. (II Macabeos 8, 27)

  • Con todo cuidado reunieron las armas capturadas en lugares convenientes y llevaron a Jerusalén el resto de los despojos. (II Macabeos 8, 31)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina