Znaleziono 178 Wyniki dla: Sión

  • De las cojas haré un Resto, de las alejadas una nación fuerte. Entonces reinará Yahveh sobre ellos en el monte Sión, desde ahora y por siempre. (Miqueas 4, 7)

  • Y tú, Torre del Rebaño, Ofel de la hija de Sión, va a venir, va a entrar en ti el dominio de antaño, la realeza de la hija de Jerusalén. (Miqueas 4, 8)

  • ¿Retuércete y grita, hija de Sión, como mujer en parto, porque ahora vas a salir de la ciudad, y en el campo morarás. Llegarás hasta Babel, y allí serás liberada, y allí te rescatará Yahveh de la mano de tus enemigos. (Miqueas 4, 10)

  • Ahora se juntan contra ti numerosas naciones; y dicen: «¡Sea profanada, que en Sión se regodeen nuestros ojos!» (Miqueas 4, 11)

  • ¡Levántate y trilla, hija de Sión! Que yo haré tu cuerno de hierro, y haré de bronce tus pezuñas: triturarás a pueblos numerosos, y consagrarás su botín en anatema a Yahveh, y su riqueza al Señor de toda la tierra. (Miqueas 4, 13)

  • ¡Lanza gritos de gozo, hija de Sión, lanza clamores, Israel, alégrate y exulta de todo corazón, hija de Jerusalén! (Sofonías 3, 14)

  • Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No tengas miedo, Sión, no desmayen tus manos! (Sofonías 3, 16)

  • Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: «Clama y di: Así dice Yahveh Sebaot: Celoso estoy por Jerusalén y por Sión con gran celo, (Zacarías 1, 14)

  • Clama también y di: Así dice Yahveh Sebaot: Aún han de rebosar mis ciudades de bienes; aún consolará Yahveh a Sión y aún elegirá a Jerusalén.» (Zacarías 1, 17)

  • ¡Hala, sálvate, Sión, tú que moras en Babilonia! (Zacarías 2, 11)

  • Grita de gozo y regocíjate, hija de Sión, pues he aquí que yo vengo a morar dentro de ti, oráculo de Yahveh. (Zacarías 2, 14)

  • Así dice Yahveh Sebaot: Con gran celo he celado a Sión, con gran ira la he celado. (Zacarías 8, 2)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina