Znaleziono 74 Wyniki dla: Caldeos
y a Babilonia llevará a Sedecías, y allí estará (hasta que yo le visite - oráculo de Yahveh. ¡Aunque luchéis con los caldeos, no triunfaréis!)» (Jeremías 32, 5)
He aquí que los terraplenes llegan a la ciudad para tomarla y la ciudad está ya a merced de los caldeos que la atacan, por causa de la espada y del hambre y de la peste; lo que habías dicho, ha sido, y tú mismo lo estás viendo. (Jeremías 32, 24)
¡Precisamente tú me has dicho, oh Señor Yahveh: "Cómprate el campo y aduce testigos" cuando la ciudad está entregada a manos de los caldeos!» (Jeremías 32, 25)
Pues así dice Yahveh: He aquí que yo pongo esta ciudad en manos de los caldeos y en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que la tomará, (Jeremías 32, 28)
y entrarán los caldeos que atacan a esta ciudad y le prenderán fuego incendiándola junto con las casas en cuyos terrados se encensaba a Baal y se libaban libaciones a otros dioses para provocarme. (Jeremías 32, 29)
y se comprarán campos en esta tierra de la que decís vosotros que es una desolación, sin personas ni ganados, y que está a merced de los caldeos; (Jeremías 32, 43)
se traba combate con los caldeos para llenar la ciudad de cadáveres humanos, a los que herí en mi ira y mi furor, y por cuya malicia oculté mi rostro de esta ciudad. (Jeremías 33, 5)
Las fuerzas de Faraón salieron de Egipto, y al oír hablar de ellos los caldeos que sitiaban a Jerusalén, levantaron el sitio de Jerusalén. (Jeremías 37, 5)
y volverán los caldeos que atacan a esta ciudad, la tomarán y la incendiarán. (Jeremías 37, 8)
Así dice Yahveh: No cobréis ánimos diciendo: «Seguro que los caldeos terminarán por dejarnos y marcharse»; porque no se marcharán, (Jeremías 37, 9)
pues aunque hubieseis derrotado a todas las fuerzas de los caldeos que os atacan y les quedaren sólo hombres acribillados, se levantarían cada cual en su tienda e incendiarían esta ciudad. (Jeremías 37, 10)
Y encontrándose él en la puerta de Benjamín, donde había un vigilante llamado Yiriyías, hijo de Selemías, hijo de Jananías, éste prendió al profeta Jeremías diciendo: «¡Tú te pasas a los caldeos!» (Jeremías 37, 13)