Znaleziono 387 Wyniki dla: servidores

  • Sus servidores le dijeron: "Un mal espíritu de Dios no deja de atormentarte. (I Samuel 16, 15)

  • Basta que nuestro señor lo diga, y los servidores que te asisten buscarán un hombre que sepa tocar la cítara. Así, cuando te asalte el mal espíritu de Dios, él tocará la cítara, y tú te sentirás aliviado". (I Samuel 16, 16)

  • Saúl respondió a sus servidores: "Sí, búsquenme un hombre que toque bien y tráiganlo". (I Samuel 16, 17)

  • Entonces intervino uno de sus servidores, diciendo: "Justamente he visto a un hijo de Jesé, el de Belén, que sabe tocar. Además, es valiente y hábil guerrero; habla muy bien, tiene buena presencia y el Señor está con él". (I Samuel 16, 18)

  • Siempre que salía de campaña, enviado por Saúl, David tenía éxito. Entonces Saúl lo puso al frente de sus hombres de guerra. David era bien visto por todo el pueblo y también por los servidores de Saúl. (I Samuel 18, 5)

  • Además, dio esta orden a sus servidores: "Díganle a David confidencialmente: ‘El rey te aprecia y todos sus servidores te quieren; ahora es el momento de convertirte en yerno del rey’". (I Samuel 18, 22)

  • Los servidores del rey repitieron estas palabras a David, pero él les respondió: "¿Les parece poca cosa ser yerno del rey? Yo soy un hombre pobre y de condición humilde". (I Samuel 18, 23)

  • Cuando los servidores informaron a Saúl de lo que había dicho David, (I Samuel 18, 24)

  • Los servidores comunicaron estas palabras a David, y a él le agradó la idea de convertirse en yerno del rey. Antes que se cumpliera el plazo fijado, (I Samuel 18, 26)

  • Los jefes de los filisteos solían hacer incursiones, y cada vez que salían, David tenía más éxito que todos los servidores de Saúl. Así su nombre se hizo célebre. (I Samuel 18, 30)

  • Saúl habló a su hijo Jonatán y a todos sus servidores de su proyecto de matar a David. Pero Jonatán, hijo de Saúl, quería mucho a David, (I Samuel 19, 1)

  • Aquel día, estaba obligado a quedarse allí, delante del Señor, uno de los servidores de Saúl, llamado Doeg, el edomita, que era el jefe de los pastores de Saúl. (I Samuel 21, 8)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina