Znaleziono 101 Wyniki dla: serás
Las naciones contemplarán tu justicia y todos los reyes verán tu gloria; y tú serás llamada con un nombre nuevo, puesto por la boca del Señor. (Isaías 62, 2)
Serás una espléndida corona en la mano del Señor, una diadema real en las palmas de tu Dios. (Isaías 62, 3)
Como un joven se casa con una virgen, así te desposará el que te reconstruye; y como la esposa es la alegría de su esposo, así serás tú la alegría de tu Dios. (Isaías 62, 5)
¡Con qué ligereza cambias de camino! También serás defraudada por Egipto, como lo fuiste por Asiria. (Jeremías 2, 36)
¿Qué dirás cuando te impongan como jefes a esos mismos que tú habías acostumbrado a ser tus amigos íntimos? ¿No serás acaso presa de los dolores como una parturienta? (Jeremías 13, 21)
¿Por qué es incesante mi dolor, por qué mi llaga es incurable, se resiste a sanar? ¿Serás para mí como un arroyo engañoso, de aguas inconstantes? (Jeremías 15, 18)
Por eso, así habla el Señor: Si tú vuelves, yo te haré volver, tú estarás de pie delante de mí; si separas lo precioso de la escoria, tú serás mi portavoz. Ellos se volverán hacia ti, pero tú no te volverás hacia ellos. (Jeremías 15, 19)
En cuanto a ti, Pasjur, tú y todos los que habitan en tu casa irán al cautiverio: llegarás a Babilonia y allí morirás, y allí serás enterrado, tú y todos tus amigos a quienes les has profetizado falsamente". (Jeremías 20, 6)
De nuevo te edificaré y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo te adornarás con tus tamboriles y saldrás danzando alegremente; (Jeremías 31, 4)
Tú mismo no te librarás de él, porque ciertamente serás capturado y entregado en sus manos. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, él te hablará cara a cara, y tú irás a Babilonia. (Jeremías 34, 3)
El rey Sedecías lo mandó traer, y lo interrogó secretamente en su propia casa, diciendo: "¿Hay alguna palabra de parte del Señor?". "Sí", respondió Jeremías, y añadió: "Tú serás entregado en manos del rey de Babilonia". (Jeremías 37, 17)
Pero yo te libraré en aquel día -oráculo del Señor- y tú no serás entregado en las manos de los hombres que temes. (Jeremías 39, 17)