Znaleziono 7372 Wyniki dla: señor de señores

  • Que Dios, en aquel Día, le permita alcanzar misericordia delante del Señor. Tú conoces mejor que nadie los servicios que él me prestó en Éfeso. (II Timoteo 1, 18)

  • Piensa en lo que te digo, y el Señor, por su parte, te ayudará a comprenderlo todo. (II Timoteo 2, 7)

  • Pero el sólido fundamento que Dios ha establecido permanece inconmovible, y la inscripción que le sirve de sello dice: El Señor conoce a los suyos, y: El que invoca el nombre del Señor, que se aparte de la iniquidad. (II Timoteo 2, 19)

  • No cedas a los impulsos propios de la juventud y busca la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con todos los que invocan al Señor con un corazón puro. (II Timoteo 2, 22)

  • El que sirve al Señor no debe tomar parte en querellas. Por el contrario, tiene que ser amable con todos, apto para enseñar y paciente en las pruebas. (II Timoteo 2, 24)

  • así como también, las persecuciones y sufrimientos que debí soportar en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Qué persecuciones no he tenido que padecer! Pero de todas me libró el Señor. (II Timoteo 3, 11)

  • Y ya está preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo Juez, me dará en ese Día, y no solamente a mí, sino a todos los que hayan aguardado con amor su Manifestación. (II Timoteo 4, 8)

  • Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño: el Señor le pagará conforme a sus obras. (II Timoteo 4, 14)

  • Pero el Señor estuvo a mi lado, dándome fuerzas, para que el mensaje fuera proclamado por mi intermedio y llegara a oídos de todos los paganos. Así fui librado de la boca del león. (II Timoteo 4, 17)

  • El Señor me librará de todo mal y me preservará hasta que entre en su Reino celestial. ¡A él sea la gloria por los siglos de los siglos! Amén. (II Timoteo 4, 18)

  • El Señor esté contigo. La gracia esté con ustedes. (II Timoteo 4, 22)

  • Recibe el saludo de todos los que están conmigo. Saluda a aquellos que nos aman en la fe. La gracia del Señor esté con todos ustedes. (Tito 3, 15)


“Na igreja se fala somente com Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina