Znaleziono 96 Wyniki dla: prójimo
Hasta que reciben, besan las manos de la gente y hablan con humildad de las riquezas del prójimo, pero en el momento de restituir, piden prórroga, sólo devuelven con palabras quejumbrosas y echan la culpa a las circunstancias. (Eclesiástico 29, 5)
El hombre de bien sale fiador de su prójimo, pero el que perdió la vergüenza lo deja abandonado. (Eclesiástico 29, 14)
Socorre a tu prójimo en la medida de tus recursos, pero ten cuidado de no arruinarte. (Eclesiástico 29, 20)
Juzga al prójimo por lo que tú mismo sientes y reflexiona siempre que hagas algo. (Eclesiástico 31, 15)
Mientras se bebe vino, no reprendas a tu prójimo ni lo humilles si se pone alegre; no le dirijas palabras injuriosas ni lo importunes con reclamos. (Eclesiástico 31, 31)
Mata a su prójimo el que lo priva del sustento, derrama sangre el que retiene el salario del jornalero. (Eclesiástico 34, 22)
cada uno devora la carne de su prójimo: corta a la derecha, y queda con hambre; devora a la izquierda, y no se sacia. (Isaías 9, 19)
¡Ay del que edifica su casa sin respetar la justicia y sus pisos altos sin respetar el derecho, del que hace trabajar de balde a su prójimo y no le remunera su trabajo! (Jeremías 22, 13)
Así deberá hablar cada uno con su prójimo o con su hermano: "¿Qué ha respondido el Señor?" y "¿Qué ha dicho el Señor?". (Jeremías 23, 35)
porque han cometido una locura en Israel, adulterando con la mujer del prójimo y pronunciando en mi Nombre palabras que yo no les había mandado. ¡Yo lo sé y soy testigo! -oráculo del Señor-. (Jeremías 29, 23)
Hoy ustedes se habían convertido y habían hecho lo que es recto a mis ojos, proclamando cada uno la liberación de su prójimo; ustedes habían hecho un pacto en mi presencia, en la Casa que es llamada con mi Nombre. (Jeremías 34, 15)
Por eso, así habla el Señor: Ustedes no me han escuchado, proclamando cada uno la liberación de su hermano y de su prójimo. Ahora, yo proclamo para ustedes una liberación -oráculo del Señor-: los dejo librados a la espada, a la peste y al hambre, y los convertiré en un motivo de horror para todos los reyes de la tierra. (Jeremías 34, 17)