Znaleziono 147 Wyniki dla: podrá

  • La persona que los queme deberá lavar su ropa y bañarse con agua; después podrá entrar de nuevo en el campamento. (Levítico 16, 28)

  • Cuando entren en la tierra y planten árboles frutales de todas clases, deberán considerar sus frutos como algo prohibido: durante tres años los dejarán incircuncisos, y no se los podrá comer. (Levítico 19, 23)

  • Pero nadie podrá incurrir en impureza ni profanarse por una mujer casada de su familia. (Levítico 21, 4)

  • No podrá acercarse nadie que tenga un defecto corporal: ninguno que sea ciego, rengo, desfigurado o deforme; (Levítico 21, 18)

  • Podrá comer, en cambio, el alimento de su Dios, tanto las cosas santísimas como las santas. (Levítico 21, 22)

  • Ningún descendiente de Aarón que sea leproso o padezca de blenorrea, podrá comer de los dones sagrados hasta que quede purificado. Si alguien toca lo que se ha vuelto impuro a causa de un cadáver, o si tiene una eyaculación, (Levítico 22, 4)

  • Al ponerse el sol quedará puro, y entonces podrá comer de las cosas sagradas, porque son su alimento. (Levítico 22, 7)

  • Ningún extraño podrá comer de las cosas sagradas, ni tampoco lo harán el huésped o el jornalero de un sacerdote. (Levítico 22, 10)

  • Pero si un sacerdote adquiere con su dinero un esclavo, este podrá comer de las cosas sagradas; y también los esclavos nacidos en su casa podrán comer de su pan. (Levítico 22, 11)

  • Si la hija de un sacerdote se casa con alguien que no es sacerdote, ella no podrá comer de las ofrendas sagradas. (Levítico 22, 12)

  • Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada y, no teniendo hijos, vuelve a la casa de su padre como en su juventud, podrá comer del pan de su padre. Ningún extraño comerá de él; (Levítico 22, 13)

  • Ese mismo día harán una convocatoria: ustedes tendrán una asamblea litúrgica y no se podrá realizar ningún trabajo servil. Este es un decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones, cualquiera sea el lugar donde habiten. (Levítico 23, 21)


“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina