Znaleziono 107 Wyniki dla: oración de un afligido

  • Salmo de David. Señor, escucha mi oración, atiende a mi plegaria; respóndeme, por tu fidelidad y tu justicia. (Salmos 143, 1)

  • Una vez reunidos, fueron a Mispá, frente a Jerusalén, porque antiguamente Israel había tenido allí un lugar de oración. (I Macabeos 3, 46)

  • y al ver aquel poderoso ejército, hizo esta oración: "Bendito seas, Salvador de Israel, que aplastaste la soberbia del gigante por la mano de tu servidor David y entregaste el ejército de los filisteos en manos de Jonatán, hijo de Saúl, y de su escudero. (I Macabeos 4, 30)

  • "Tú has elegido esta Casa, que es llamada con tu Nombre, a fin de que fuera una casa de oración y de súplica para tu pueblo. (I Macabeos 7, 37)

  • Judas, por su parte, acampó en Adasa con tres mil hombres, e hizo esta oración: (I Macabeos 7, 40)

  • En todo momento nos acordamos de ustedes, particularmente en las fiestas y en otros días apropiados, cuando ofrecemos los sacrificios y hacemos oración, ya que es justo y conveniente acordarse de los hermanos. (I Macabeos 12, 11)

  • La oración era la siguiente: "Señor, Señor Dios, creador de todas las cosas, temible y poderoso, justo y misericordioso, el único Rey, el único bueno, (II Macabeos 1, 24)

  • ¡Que por la fuerza de tu brazo queden aterrados los que avanzan blasfemando contra tu Pueblo santo!". Así terminó su oración. (II Macabeos 15, 24)

  • Un corazón contento alegra el semblante, un corazón afligido abate el espíritu. (Proverbios 15, 13)

  • Quitar el manto en un día de frío, echar vinagre sobre una llaga es entonar canciones a un corazón afligido. (Proverbios 25, 20)

  • Un padre, afligido por un duelo prematuro, encarga una imagen de su hijo tan pronto arrebatado, y al que antes no era más que un cadáver, ahora lo honra como a un dios y transmite a los suyos misterios y ritos. (Sabiduría 14, 15)

  • porque muy pronto un hombre irreprochable salió en su defensa, con las armas de su propio ministerio: la oración y el incienso expiatorio. Él afrontó la cólera divina y puso fin a la calamidad, demostrando así que era tu servidor. (Sabiduría 18, 21)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina