Znaleziono 357 Wyniki dla: nuestros

  • Luego sobrevino una época de hambrey de extrema miseria en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y nuestros padres no tenían qué comer. (Hechos 7, 11)

  • Jacob, al enterarse de que en Egipto había trigo, decidió enviar allí a nuestros padres. Esta fue la primera visita. (Hechos 7, 12)

  • Jacob se radicó entonces en Egipto, y allí murió, lo mismo que nuestros padres. (Hechos 7, 15)

  • Este rey, empleando la astuciacontra nuestro pueblo, maltratóa nuestros padres y los obligó a que abandonaran a sus hijos recién nacidos para que no sobrevivieran. (Hechos 7, 19)

  • Y cuando el pueblo estaba congregadoen el desierto, él hizo de intermediario en el monte Sinaí, entre el ángel que le habló y nuestros padres, y recibió las palabras de vida que luego nos comunicó. (Hechos 7, 38)

  • Pero nuestros padres no sólo se negaron a obedecerle, sino que lo rechazaron y, sintiendo una gran nostalgia por Egipto, (Hechos 7, 39)

  • En el desierto, nuestros padres tenían la Morada del Testimonio. Así lo había dipuesto Dios, cuando ordenó a Moisés que la hiciera conforme al modeloque había visto. (Hechos 7, 44)

  • Nuestros padres recibieron como herencia esta Morada y, bajo la guía de Josué, la introdujeron en el país conquistado a los pueblos que Dios iba expulsando a su paso. Así fue hasta el tiempo de David. (Hechos 7, 45)

  • El Dios de este Pueblo, el Dios de Israel, eligió a nuestros padres y los convirtió en un gran Pueblo, cuando todavía vivían como extranjeros en Egipto. Luego, con el poder de su brazo, los hizo salir de allí (Hechos 13, 17)

  • Y nosotros les anunciamos a ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros padres, (Hechos 13, 32)

  • ¿Por qué ahora ustedes tientan a Dios, pretendiendo imponer a los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos soportar? (Hechos 15, 10)

  • Habiéndonos enterado de que algunos de los nuestros, sin mandato de nuestra parte, han sembrado entre ustedes la inquietud y provocado el desconcierto, (Hechos 15, 24)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina