Znaleziono 226 Wyniki dla: nuestra

  • Así partió y llegó adonde estaba el hombre de Dios, en el monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la divisó a lo lejos, dijo a Guejazí, su servidor: "Ahí viene nuestra sunamita. (II Reyes 4, 25)

  • Díganle: ‘¡Sálvanos, Dios de nuestra salvación! Congréganos y líbranos de las naciones, para que demos gracias a tu santo Nombre y nos gloriemos en tu alabanza’. (I Crónicas 16, 35)

  • Entonces Asá dijo a Judá: "Construyamos estas ciudades, rodeándolas de murallas, torres, puertas y cerrojos. Tenemos el país a nuestra disposición, porque hemos buscado al Señor, nuestro Dios, y por eso, él nos ha buscado a nosotros y nos ha dado tranquilidad por todas partes". Y ellos construyeron las ciudades con todo éxito. (II Crónicas 14, 6)

  • ‘Si nos sobreviene alguna desgracia -la espada, el castigo, la peste o el hambre- nos presentaremos delante de esta Casa y delante de ti, porque tu Nombre reside en ella; te invocaremos en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarás’. (II Crónicas 20, 9)

  • y les dijeron: "¡No traigan aquí a esos prisioneros, porque nos haríamos culpables delante del Señor! Ustedes tratan de aumentar nuestros pecados y nuestras culpas, siendo así que nuestra culpa es ya demasiado grande y la ira del Señor pesa sobre Israel". (II Crónicas 28, 13)

  • y dije: "Dios mío, estoy tan avergonzado y confundido que no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti. Porque nuestras iniquidades se han multiplicado hasta cubrirnos por completo, y nuestra culpa ha subido hasta el cielo. (Esdras 9, 6)

  • Pero ahora, hace muy poco tiempo, el Señor, nuestro Dios, nos ha concedido la gracia de dejarnos un resto de sobrevivientes y de darnos un refugio en su Lugar santo. Así nuestro Dios ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado un respiro en medio de nuestra esclavitud. (Esdras 9, 8)

  • Después de todo lo que nos ha sucedido por nuestras malas acciones y nuestra gran culpa -aunque tú, Dios nuestro, no has tenido en cuenta todo el alcance de nuestra iniquidad y nos has dejado estos sobrevivientes- (Esdras 9, 13)

  • Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos son como los de ellos. Sin embargo, nosotros tenemos que someter a esclavitud a nuestros hijos y nuestras hijas, y algunas de nuestras hijas ya han sido sometidas. Y no podemos hacer nada, porque nuestros campos y nuestras viñas pertenecen a otros". (Nehemías 5, 5)

  • Lo mejor de nuestra molienda, de nuestros productos, de toda clase de frutos, del vino nuevo y del aceite fresco, los llevaremos a los sacerdotes para los depósitos de la Casa de nuestro Dios; el diezmo de nuestro suelo será para los levitas, y ellos mismos cobrarán el diezmo en todas las ciudades de nuestras zonas de cultivo. (Nehemías 10, 38)

  • Durante el reinado de Asaradón regresé a mi casa y me devolvieron a mi mujer Ana y a mi hijo Tobías. En nuestra fiesta de Pentecostés, que es la santa fiesta de las siete Semanas, me prepararon una buena comida y yo me dispuse a comer. (Tobías 2, 1)

  • Su madre se puso a llorar y dijo a Tobit: "¿Por qué has hecho partir a mi hijo? ¿Acaso no es el bastón de nuestra mano, el que guía nuestros pasos? (Tobías 5, 18)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina