Znaleziono 679 Wyniki dla: mano

  • Agripa dijo a Pablo: «Estás autorizado a defenderte». Entonces Pablo, extendiendo la mano, comenzó su defensa, diciendo: (Hechos 26, 1)

  • Pablo recogió unas ramas secas y las echó al fuego. El calor hizo salir una serpiente que se enroscó en su mano. (Hechos 28, 3)

  • Cuando los habitantes del lugar vieron el reptil enroscado en su mano, comenzaron a decir entre sí: «Este hombre es seguramente un asesino: se ha salvado del mar, y ahora la justicia divina no le permite sobrevivir». (Hechos 28, 4)

  • ¿Qué prefieren? ¿Que vaya a verlos con la vara en la mano, o con amor y espíritu de mansedumbre? (I Corintios 4, 21)

  • Si el pie dijera: «Como no soy mano, no formo parte del cuerpo», ¿acaso por eso no seguiría siendo parte de él? (I Corintios 12, 15)

  • El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito», ni la cabeza, a los pies: «No tengo necesidad de ustedes». (I Corintios 12, 21)

  • Por eso, Santiago, Cefas y Juan -considerados como columnas de la Iglesia- reconociendo el don que me había sido acordado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los judíos. (Gálatas 2, 9)

  • ¿Ven estas letras grandes? ¡Les estoy escribiendo con mi propia mano! (Gálatas 6, 11)

  • Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. (Efesios 6, 16)

  • En él fueron circuncidados, no por mano de hombre, sino por una circuncisión que los despoja del cuerpo carnal, la circuncisión de Cristo. (Colosenses 2, 11)

  • no como aquella que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. Ya que ellos no permanecieron fieles a mi Alianza, yo me despreocupé de ellos -dice el Señor-. (Hebreos 8, 9)

  • Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que él los eleve en el momento oportuno. (I Pedro 5, 6)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina