Znaleziono 795 Wyniki dla: haz el bien

  • procurando hacer lo que está bien, no solamente delante de Dios, sino también delante de los hombres. (II Corintios 8, 21)

  • Pruébenles entonces su amor, y lo bien fundado de nuestro orgullo por ustedes delante de las Iglesias. (II Corintios 8, 24)

  • ¿Hay que seguir gloriándose? Aunque no esté bien, pasaré a las visiones y revelaciones del Señor. (II Corintios 12, 1)

  • pero él me respondió: «Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad». Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo. (II Corintios 12, 9)

  • En consecuencia, de buena gana entregaré lo que tengo y hasta me entregaré a mí mismo, para el bien de ustedes. Si yo los amo tanto, ¿no seré amado en la misma medida? (II Corintios 12, 15)

  • Pedimos a Dios que no hagan nada malo, no para que nosotros salgamos airosos de la prueba, sino para que ustedes hagan el bien, aunque de ese modo la prueba se vuelva contra nosotros. (II Corintios 13, 7)

  • ¿Acaso yo busco la aprobación de los hombres o la de Dios? ¿Piensan que quiero congraciarme con los hombres? Si quisiera quedar bien con los hombres, no sería servidor de Cristo. (Gálatas 1, 10)

  • Ahora bien, si al buscar nuestra justificación en Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores, entonces Cristo está al servicio del pecado. Esto no puede ser, (Gálatas 2, 17)

  • La Ley no depende de la fe, antes bien, el que observa sus preceptos vivirá por ellos. (Gálatas 3, 12)

  • Ahora bien, les digo esto: la Ley promulgada cuatrocientos treinta años después, no puede anular un testamento formalmente establecido por Dios, dejando así sin efecto la promesa. (Gálatas 3, 17)

  • Está bien interesarse por los demás, con tal que ese interés sea verdadero y para siempre, y no sólo cuando yo estoy entre ustedes. (Gálatas 4, 18)

  • ¡Ustedes andaban tan bien! ¿Quién les impidió mantenerse fieles a la verdad? (Gálatas 5, 7)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina