Znaleziono 1053 Wyniki dla: guerreros de David
Porque así habla el Señor: Nunca le faltará a David un sucesor que se siente en el trono de la casa de Israel. (Jeremías 33, 17)
entonces también se romperá mi alianza con mi servidor David, de manera que no tenga más un hijo que reine sobre su trono, y mi alianza con los sacerdotes levitas, mis ministros. (Jeremías 33, 21)
Así como no se puede contar el ejército del cielo, ni medir la arena del mar, así multiplicaré la descendencia de David, mi servidor, y a los levitas, que son mis ministros. (Jeremías 33, 22)
entonces también rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi servidor, no tomando de ella jefes para el linaje de Abraham, de Isaac y de Jacob. Pero no, yo cambiaré su suerte y me compadeceré de ellos. (Jeremías 33, 26)
Por eso, así habla el Señor contra Joaquím, rey de Judá: Él no tendrá un descendiente que se siente en el trono de David, y su cadáver será arrojado al calor durante el día y al frío durante la noche. (Jeremías 36, 30)
Ismael mató también a todos los judíos que estaban con Godolías en Mispá, y a los guerreros caldeos que se encontraban allí. (Jeremías 41, 3)
Pero ¿qué es lo que veo? ¡Están aterrados, retroceden! Sus guerreros son derrotados, huyen a la desbandada, sin mirar para atrás. ¡Cunde el terror por todas partes! -oráculo del Señor-. (Jeremías 46, 5)
¿Cómo pueden decir: "Somos guerreros, hombres valientes para el combate"? (Jeremías 48, 14)
¡Miren! Él sube, planea como el águila, despliega sus alas sobre Bosrá; el corazón de los guerreros de Edóm, en aquel día, será como el corazón de una parturienta. (Jeremías 49, 22)
¡Una espada sobre sus adivinos, y ellos desvarían! ¡Una espada sobre sus guerreros, y son presa del pánico! (Jeremías 50, 36)
Los guerreros de Babilonia dejaron de combatir, se quedaron en las fortalezas; se ha secado su vigor, se han vuelto como mujeres; sus moradas han sido incendiadas, se han roto sus cerrojos. (Jeremías 51, 30)
Porque llega contra Babilonia un devastador: sus guerreros son capturados, se quiebran sus arcos. Sí, el Señor es el Dios de las represalias: él paga estrictamente. (Jeremías 51, 56)