Znaleziono 171 Wyniki dla: embargo
Sin embargo, podrán comer todo lo que la tierra produzca durante su descanso, tú, tu esclavo, tu esclava y tu jornalero, así como el huésped que resida contigo; (Levítico 25, 6)
Sin embargo, nadie podrá consagrar un primogénito de su ganado, ya que, por ser primogénito, pertenece al Señor: sea que se trate de un ternero o de un cordero, pertenecen al Señor. (Levítico 27, 26)
Sin embargo, había algunas personas que se encontraban en estado de impureza a causa de un cadáver y no pudieron celebrar la Pascua ese día. Por eso se presentaron a Moisés y a Aarón aquel mismo día (Números 9, 6)
Sin embargo -tan cierto como que yo vivo, y que la gloria del Señor llena toda la tierra- (Números 14, 21)
sin embargo, va ser consumido, cuando Asur te lleve prisionero". (Números 24, 22)
Los hijos de Coré, sin embargo, no murieron. (Números 26, 11)
Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefiriéndolos a todos los demás pueblos. (Deuteronomio 10, 15)
Sin embargo, podrás matar animales y comer carne en cualquiera de tus ciudades, siempre que así lo desees y en la medida en que el Señor, tu Dios, te bendiga. Podrán comerla igualmente el impuro y el puro, como si se tratara de un ciervo o de una gacela. (Deuteronomio 12, 15)
Trátalos como trataste a Jericó y a su rey. Sin embargo, ustedes podrán retener como botín los despojos y el ganado. Además, tiende una emboscada detrás de la ciudad". (Josué 8, 2)
Sin embargo, ellos no quisieron escucharlo. Entonces el levita tomó a su concubina y la llevó afuera. Los hombres se aprovecharon de ella y la maltrataron toda la noche hasta la madrugada, y al amanecer, la abandonaron. (Jueces 19, 25)
Sin embargo, mantendré a algunos de tus descendientes cerca de mi altar, para que se consuman tus ojos y se desgaste tu vida; pero todos los vástagos de tu casa morirán en la flor de la edad. (I Samuel 2, 33)
Sin embargo, Jonatán no había oído cuando su padre imponía al pueblo el juramento. Por eso, alargó el bastón que tenía en la mano, hundió la punta en la miel y se la llevó a la boca. Entonces se le iluminó la mirada. (I Samuel 14, 27)