Znaleziono 370 Wyniki dla: bases de plata

  • Los príncipes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: "Sedúcelo y averigua de dónde le viene esa fuerza tan enorme, y qué podríamos hacer para atarlo y tenerlo sometido. Te daremos cada uno mil cien siclos de plata". (Jueces 16, 5)

  • Él dijo a su madre: "Esos mil cien siclos de plata que te quitaron, y por los que te oí proferir una imprecación, están en mi poder; yo te los quité, pero ahora te los devuelvo". Su madre exclamó: "¡Que el Señor te bendiga, hijo mío!". (Jueces 17, 2)

  • Él le devolvió los mil cien siclos de plata, y su madre dijo: "Yo había consagrado solemnemente esa plata al Señor, en favor de mi hijo, para hacer una estatua revestida de metal fundido". (Jueces 17, 3)

  • Así, cuando él devolvió la plata a su madre, ella tomó doscientos siclos de plata y se los entregó al orfebre. Este hizo una estatua revestida de metal fundido, y la pusieron en la casa de Miqueas. (Jueces 17, 4)

  • Entonces Micá le dijo: "Quédate conmigo, y serás para mí un padre y un sacerdote. Yo te daré diez siclos de plata al año, además de la ropa y la comida". Ante su insistencia, (Jueces 17, 10)

  • Y todos los que subsistan de tu casa irán a postrarse delante de él por una moneda de plata y una miga de pan, y le dirán: Admíteme, por favor, a cualquiera de las funciones sacerdotales, para que tenga un pedazo de pan que comer". (I Samuel 2, 36)

  • El servidor volvió a tomar la palabra, y respondió a Saúl: "Mira, aquí tengo un cuarto de siclo de plata; se lo daré al hombre de Dios, y él nos indicará el camino". (I Samuel 9, 8)

  • le envió a su hijo Iorám, para saludarlo y felicitarlo por haber hecho la guerra y derrotado a Hadadézer, ya que este era su rival. Iorám llevó consigo objetos de plata, oro y bronce, (II Samuel 8, 10)

  • y el rey David consagró también esos objetos, como lo había hecho con la plata y el oro provenientes de todas las naciones que había sometido: (II Samuel 8, 11)

  • Joab replicó al hombre que le dio la noticia: "Y si lo viste, ¿por qué no lo dejaste tendido allí mismo? ¡Yo ahora te hubiera dado diez siclos de plata y un cinturón!". (II Samuel 18, 11)

  • Pero el hombre dijo a Joab: "Aunque pudiera pesar en la palma de mi mano mil siclos de plata, no atentaría contra el hijo del rey. Porque en presencia nuestra el rey les impartió esta orden, a ti, a Abisai y a Itai: ‘¡Cuídenme bien al joven Absalón!’. (II Samuel 18, 12)

  • Los gabaonitas le dijeron: "No tenemos con Saúl y su familia ninguna queja por cuestiones de plata y oro, ni tenemos cuestiones con ningún otro hombre en Israel, para hacerlo morir". David respondió: "Haré por ustedes lo que me pidan". (II Samuel 21, 4)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina