Znaleziono 12 Wyniki dla: Rabá

  • Quiriat Baal -o sea, Quiriat Iearim- y Ha Rabá: en total, dos ciudades con sus poblados. (Josué 15, 60)

  • Al comienzo del año, en la época en que los reyes salen de campaña, David envió a Joab con sus servidores y todo Israel, y ellos arrasaron a los amonitas y sitiaron Rabá. Mientras tanto, David permanecía en Jerusalén. (II Samuel 11, 1)

  • Joab atacó a Rabá de los amonitas y tomó la ciudad real. (II Samuel 12, 26)

  • Luego envió mensajeros a David para decirle: "Acometí contra Rabá y conquisté también la ciudad de las Aguas. (II Samuel 12, 27)

  • David reunió todo el ejército, fue a Rabá, la atacó y la tomó. (II Samuel 12, 29)

  • Y cuando David llegó a Majanaim, Sobí, hijo de Najás, el de Rabá de los amonitas, Maquir, hijo de Amiel, el de Lo Dabar, y Barzilai, el galaadita de Roglím, (II Samuel 17, 27)

  • Al comenzar el año, en la época en que los reyes salen de campaña, Joab condujo el grueso del ejército y arrasó el país de los amonitas. Luego puso sitio a Rabá, mientras David permanecía en Jerusalén. Cuando Joab expugnó y destruyó a Rabá, (I Crónicas 20, 1)

  • Por eso llegan los días -oráculo del Señor- en que haré oír a Rabá de los amonitas el grito de guerra: ella será una colina desolada, sus ciudades serán incendiadas, e Israel heredará a sus herederos, dice el Señor. (Jeremías 49, 2)

  • ¡Gime, Jesbón, porque Hai ha sido devastada, lancen gritos, hijas de Rabá! ¡Pónganse un cilicio, laméntense, y vayan de aquí para allá por los cercos, porque Milcóm va al cautiverio, con sus sacerdotes y sus príncipes! (Jeremías 49, 3)

  • Tú trazarás el camino para que la espada llegue a Rabá de los amonitas, y a Judá, que tiene su plaza fuerte en Jerusalén. (Ezequiel 21, 25)

  • Convertiré a Rabá en un pastizal de camellos y a las ciudades de los amonitas en un corral de ovejas: así ustedes sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 25, 5)

  • yo incendiaré los muros de Rabá y el fuego consumirá sus palacios, entre gritos de guerra, en un día de combate, entre la borrasca, en un día de tempestad; (Amós 1, 14)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina