Znaleziono 165 Wyniki dla: Oído

  • Yo he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver problemas. Si tú ahora puedes leer la inscripción y me haces conocer su interpretación, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro en tu cuello y ocuparás el tercer puesto en el reino". (Daniel 5, 16)

  • Inclina tu oído, Dios mío, y escucha; abre tus ojos y mira nuestras ruinas y la ciudad que es llamada con tu Nombre, porque no presentamos nuestras súplicas delante de ti a causa de nuestros actos de justicia, sino a causa de tu gran misericordia. (Daniel 9, 18)

  • ¡Señor, yo he oído tu renombre! ¡He visto tu obra, Señor ! ¡En el curso de los años, hazla revivir, en el curso de los años, manifiéstala; pero en la conmoción, acuérdate de tener piedad! (Habacuc 3, 2)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: En aquellos días, diez hombres de todas las lenguas que hablan las naciones, tomarán a un judío por el borde de sus vestiduras y le dirán: "Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes". (Zacarías 8, 23)

  • Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, será condenado por el tribunal. (Mateo 5, 21)

  • Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. (Mateo 5, 27)

  • Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor. (Mateo 5, 33)

  • Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. (Mateo 5, 38)

  • Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. (Mateo 5, 43)

  • Jesús, que había oído, respondió: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. (Mateo 9, 12)

  • Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas. (Mateo 10, 27)

  • La multitud, que había oído esto, quedó asombrada de su enseñanza. (Mateo 22, 33)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina