Znaleziono 157 Wyniki dla: Entrar

  • Ningún sacerdote beberá vino cuando deba entrar en el atrio interior. (Ezequiel 44, 21)

  • Los dos ancianos, que la veían todos los días entrar para dar un paseo, comenzaron a desearla. (Daniel 13, 8)

  • Como cuando alguien huye de un león y se topa con un oso; o al entrar en su casa, apoya su mano contra la pared y lo muerde una serpiente... (Amós 5, 19)

  • Los haré volver del país de Egipto, y los congregaré de Asiria; los haré entrar en el país de Galaad y en el Líbano, y no habrá lugar suficiente para ellos. (Zacarías 10, 10)

  • y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. (Mateo 2, 11)

  • Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión, rogándole: (Mateo 8, 5)

  • Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. (Mateo 10, 12)

  • ¿Acaso alguien puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robar sus cosas, si primero no lo ata? Sólo así podrá saquear la casa. (Mateo 12, 29)

  • Si tu mano o tu pie son para ti ocasión de pecado, córtalos y arrójalos lejos de ti, porque más te vale entrar en la Vida manco o lisiado, que ser arrojado con tus dos manos o tus dos pies en el fuego eterno. (Mateo 18, 8)

  • Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo y tíralo lejos, porque más te vale entrar con un solo ojo en la Vida, que ser arrojado con tus dos ojos en la Gehena del fuego. (Mateo 18, 9)

  • Jesús le dijo: «¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos». (Mateo 19, 17)

  • «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran. (Mateo 23, 13)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina