Znaleziono 402 Wyniki dla: siete lámparas

  • y habiendo mojado el dedo en la sangre rociará con ella siete veces hacia el velo del santuario. (Levítico 4, 6)

  • allí mojará su dedo en sangre y hará siete aspersiones hacia el velo. (Levítico 4, 17)

  • Roció con el óleo siete veces el altar y lo ungió con todos los utensilios, así como también la pila y su base, para que quedarán consagrados. (Levítico 8, 11)

  • Ustedes no se apartarán de la entrada de la Tienda de las Citas durante siete días, pues hasta el séptimo día sus manos quedarán consagradas. (Levítico 8, 33)

  • Ustedes quedarán día y noche a la entrada de la Tienda de las Citas durante siete días. Ustedes deberán observar estas normas no sea que mueran, pues él mismo lo ordenó así. (Levítico 8, 35)

  • Yavé habló a Moisés para decirle: 2«Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará impura durante siete días, igual que en el tiempo de sus reglas. (Levítico 12, 1)

  • Pero si hay en la piel una mancha blanca que no parezca hundida en la piel, y si el pelo no se ha vuelto blanco, el sacerdote recluirá durante siete días al afectado. (Levítico 13, 4)

  • Al séptimo día lo examinará y, si comprueba que la llaga subsiste pero no se ha extendido por la piel, el sacerdote lo recluirá otros siete días. (Levítico 13, 5)

  • Pero, si el sacerdote ve que no hay pelo blanco en la mancha ni está hundida en la piel, y que se ha secado, recluirá la persona por siete días. (Levítico 13, 21)

  • Si, en cambio, ve que no aparece pelo blanco en la mancha, que no está hundida la piel, recluirá la persona siete días. (Levítico 13, 26)

  • Pero, si el sacerdote ve que la llaga no parece hundida en la piel y no hay en ella pelo amarillo, recluirá la persona por siete días. (Levítico 13, 31)

  • aquella persona se afeitará menos en el lugar de la tiña, y el sacerdote la recluirá otra vez por siete días. (Levítico 13, 33)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina