Znaleziono 200 Wyniki dla: monte de los Olivos

  • Le volví a preguntar: «¿Qué representan esos dos olivos puestos a la derecha y a la izquierda del candelabro?» (Zacarías 4, 11)

  • Ese día pondrá su pie sobre el Cerro de los Olivos, que queda al oriente de Jerusalén. Y el Cerro de los Olivos se partirá en dos de este a oeste, dejando en medio un profundo valle; una parte del cerro quedará al norte y la otra mitad al sur. (Zacarías 14, 4)

  • A continuación lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todas las naciones del mundo con todas sus grandezas y maravillas. (Evangelio según San Mateo 4, 8)

  • Jesús, al ver toda aquella muchedumbre, subió al monte. Se sentó y sus discípulos se reunieron a su alrededor. (Evangelio según San Mateo 5, 1)

  • Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? (Evangelio según San Mateo 5, 14)

  • Jesús, pues, bajó del monte, y empezaron a seguirlo muchedumbres. (Evangelio según San Mateo 8, 1)

  • Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. (Evangelio según San Mateo 17, 1)

  • Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.» (Evangelio según San Mateo 17, 9)

  • Estaban ya cerca de Jerusalén. Cuando llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, (Evangelio según San Mateo 21, 1)

  • Como Jesús después se sentara en el monte de los Olivos, los discípulos se acercaron y le preguntaron en privado: «Dinos cuándo ocurrirá todo eso. ¿Qué señales anunciarán tu venida y el fin de la historia?» (Evangelio según San Mateo 24, 3)

  • Después de cantar los salmos, partieron para el monte de los Olivos. (Evangelio según San Mateo 26, 30)

  • Por su parte, los Once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había indicado. (Evangelio según San Mateo 28, 16)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina