Znaleziono 11857 Wyniki dla:

  • Abram le respondió: «Levanto mi mano hacia Yavé, creador del cielo y de la tierra, el Dios Altísimo, (Génesis 14, 22)

  • para jurar que no tomaré una hebra de hilo, ni el cordón de un zapato, ni cosa alguna que te pertenezca. Así tú no podrás decir: "Abram se hizo rico a costa mía." (Génesis 14, 23)

  • No quiero nada para mí, sino tan sólo lo que han comido mis hombres. En cuanto a mis aliados Aner, Escol y Mambré, que ellos mismos tomen su parte.» (Génesis 14, 24)

  • Ya que no me diste descendencia, tendré por heredero a uno de mis sirvientes.» (Génesis 15, 3)

  • Yavé lo sacó afuera y le dijo: «Mira al cielo y cuenta las estrellas, si puedes. Así será tu descendencia.» (Génesis 15, 5)

  • Abram le preguntó: «Señor, ¿en qué conoceré yo que será mía?» (Génesis 15, 8)

  • Abram trajo todos estos animales, los partió por mitad, y puso una mitad frente a la otra; las aves no las partió. (Génesis 15, 10)

  • Pero yo vendré a juzgar a la nación que los ha oprimido, y después saldrán cargados de riquezas. (Génesis 15, 14)

  • Y dijo Saray a Abram: «Ya que Yavé me ha hecho estéril, toma a mi esclava y únete a ella, a ver si yo tendré algún hijo por medio de ella.» Abram hizo caso a las palabras de su esposa. (Génesis 16, 2)

  • quien dijo a Abram: "Que esta ofensa recaiga sobre ti. Yo te entregué a mi esclava por mujer, y cuando se ve embarazada, ya no cuento nada para ella. Juzgue Yavé entre tú y yo.» (Génesis 16, 5)

  • La encontró el Angel de Yavé junto a una fuente de agua en el desierto (la fuente que hay en el camino de Sur), (Génesis 16, 7)

  • Ella contestó: «Estoy huyendo de Saray, mi señora.» Le replicó el Angel del Señor: «Regresa donde tu señora y ponte a sus órdenes con humildad.» (Génesis 16, 9)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina