Znaleziono 2038 Wyniki dla: hijos rebeldes

  • Reprenderá a los rebeldes con dulzura: quizá Dios les conceda que se conviertan y descubran la verdad, (2º Carta a Timoteo 2, 25)

  • los hombres serán egoístas, amantes del dinero, farsantes, orgullosos, chismosos, rebeldes con sus padres, ingratos, sin respeto a la religión; (2º Carta a Timoteo 3, 2)

  • Deben ser hombres intachables, casados una sola vez. Es preciso que sus hijos sean creyentes y que no puedan ser acusados de mala conducta o de ser rebeldes. (Carta a Tito 1, 6)

  • Porque hay muchos espíritus rebeldes, charlatanes y engañadores, sobre todo entre los de origen judío. (Carta a Tito 1, 10)

  • Pretenden conocer a Dios, pero lo niegan con su modo de actuar; son seres rebeldes que Dios no puede soportar y no sirven para ninguna obra buena. (Carta a Tito 1, 16)

  • Así enseñarán a las jóvenes a amar a su marido y a querer a sus hijos, (Carta a Tito 2, 4)

  • Dios, del que viene todo y que actúa en todo, quería introducir en la Gloria a un gran número de hijos, y le pareció bien hacer perfecto por medio del sufrimiento al que se hacía cargo de la salvación de todos; (Carta a los Hebreos 2, 10)

  • Y también: Mantendré mi confianza en Dios. Aquí estoy yo y los hijos que Dios me ha dado. (Carta a los Hebreos 2, 13)

  • Puesto que esos hijos son de carne y sangre, Jesús también experimentó esta misma condición y, al morir, le quitó su poder al que reinaba por medio de la muerte, es decir, al diablo. (Carta a los Hebreos 2, 14)

  • ¿A quiénes juró Dios que no entrarían en su lugar de descanso? A aquellos rebeldes, por supuesto, (Carta a los Hebreos 3, 18)

  • Y aquí Melquisedec, que no tiene nada que ver con los hijos de Leví, cobra de Abrahán el diezmo y después bendice a Abrahán, el hombre de las promesas de Dios; (Carta a los Hebreos 7, 6)

  • En el primer caso, los hijos de Leví que cobran el diezmo son hombres que mueren; en cambio, Melquisedec es presentado como el que vive. (Carta a los Hebreos 7, 8)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina