Znaleziono 196 Wyniki dla: fiesta de las Tiendas
Vi que cundía el miedo en las tiendas de Cusán; que temblaban de espanto las carpas de Madián. (Habacuc 3, 7)
¡Grita de gozo, oh hija de Sión, y que se oigan tus aclamaciones, oh gente de Israel! ¡Regocíjate y que tu corazón esté de fiesta, hija de Jerusalén! (Sofonías 3, 14)
¡Yavé, tu Dios, está en medio de ti el héroe que te salva! El saltará de gozo al verte a ti y te renovará su amor. Por ti danzará y lanzará gritos de alegría como lo haces tú en el día de la Fiesta.» (Sofonías 3, 17)
«Quítenle sus ropas sucias y pónganle un traje de gala. Coloquen además en su cabeza una corona reluciente.» Lo vistieron con el traje de fiesta y pusieron en su cabeza la corona reluciente. (Zacarías 3, 5)
Después de esto, los sobrevivientes de todos los países que le declararon la guerra a Jerusalén vendrán anualmente a adorar al Rey, Yavé de los Ejércitos y a celebrar la fiesta de los Tabernáculos. (Zacarías 14, 16)
Y si son los egipcios quienes se niegan a hacerlo, Yavé los castigará como lo merecen las naciones que no vengan a celebrar esa dicha fiesta. (Zacarías 14, 18)
Así, pues, pagarán su pecado Egipto y las naciones que no vengan para esta fiesta. (Zacarías 14, 19)
¡Que Yavé arranque de las tiendas de Jacob al que haga esto, que no haya nadie que lo defienda en los tribunales ni nadie que presente por él una ofrenda a Yavé! (Malaquías 2, 12)
Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» (Evangelio según San Mateo 17, 4)
por lo que mandó a sus servidores a llamar a los invitados a la fiesta. Pero éstos no quisieron venir. (Evangelio según San Mateo 22, 3)
De nuevo envió a otros servidores, con orden de decir a los invitados: He preparado un banquete, ya hice matar terneras y otros animales gordos y todo está a punto. Vengan, pues, a la fiesta de la boda. (Evangelio según San Mateo 22, 4)
Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a la fiesta a todos los que encuentren. (Evangelio según San Mateo 22, 9)