Znaleziono 205 Wyniki dla: cinco

  • Si no quiere socorrernos en el plazo de cinco días, tiene poder para salvarnos en cualquier otro momento, como lo tiene para destruirnos en presencia de nuestros enemigos. (Judit 8, 15)

  • Su vejez la pasó en casa de su marido. A su sierva le dio la libertad. Murió en Betulia a la edad de ciento cinco años y fue sepultada en el sepulcro de Manasés. (Judit 16, 23)

  • Por su parte, los judíos de las otras provincias también se organizaron para defender sus vidas y su tranquilidad, dando muerte a sesenta y cinco mil de sus enemigos, pero no tocaron sus bienes. (Ester 9, 16)

  • En el año ciento cuarenta y cinco, el día quince del mes de Casleu, Antíoco levantó, sobre el altar del templo, el «abominable ídolo de los invasores». Construyeron también altares a través de todo el país de Judea. (1 Macabeos 1, 54)

  • Tenía cinco hijos: Juan, por sobrenombre Gaddis; (1 Macabeos 2, 2)

  • Gorgias tomó consigo cinco mil hombres de a pie y mil de a caballo y se puso en marcha de noche (1 Macabeos 4, 1)

  • Al año siguiente organizó un ejército de sesenta mil hombres y cinco mil caballos para hacerles frente. (1 Macabeos 4, 28)

  • Se lanzaron los unos contra los otros y cayeron muertos cinco mil hombres del ejército de Lisias. (1 Macabeos 4, 34)

  • Remito, además, las cinco mil monedas de plata que cada año se cobraban de los tributos del Templo, y se las doy a los sacerdotes que están a cargo del culto. Todo aquel que por deudas con los impuestos reales o por cualquier otra deuda, (1 Macabeos 10, 42)

  • El año ciento sesenta y cinco, Demetrio, hijo de Demetrio, vino de Creta al país de sus padres. (1 Macabeos 10, 67)

  • Todo esto, expuesto en cinco libros por Jasón de Cirene, intentaremos nosotros resumirlo en uno solo. (2 Macabeos 2, 23)

  • Les enumeró todas las oportunidades en que Dios había venido en ayuda de sus padres, especialmente cuando hizo perecer ciento ochenta y cinco mil hombres de Senaquerib. (2 Macabeos 8, 19)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina