Znaleziono 2430 Wyniki dla: Templo del Señor
El le preguntó: «¿Todo esto no es acaso una maquinación de Joab?» Ella respondió: «Por tu vida, señor, mi rey, que es tal como tú dices. Efectivamente, fue tu servidor quien me mandó y quien me dijo lo que debía decirte. (2 Samuel 14, 19)
Todo esto lo hizo para disimular el asunto. Pero mi señor tiene la sabiduría de un ángel de Dios y sabe todo lo que pasa sobre la tierra.» (2 Samuel 14, 20)
Itaí le contestó: «Juro por Yavé y por tu vida que dondequiera que vaya el rey, mi señor, sea para morir o para vivir, allí también estaré yo, tu servidor.» (2 Samuel 15, 21)
Me serás más útil si vuelves a la ciudad y vas a decir a Absalón: «Señor, mi rey, así como serví antes a tu padre, así quiero ahora servirte a ti.» Y luego te opondrás a los planes de Ajitofel y aconsejarás lo que a mí me conviene. (2 Samuel 15, 34)
El rey preguntó: «¿Dónde está el hijo de tu señor?» Sibá respondió: «Se quedó en Jerusalén, pues se dijo: Hoy la gente de Israel me devolverá el reino de mi padre.» (2 Samuel 16, 3)
Entonces el rey dijo: «Todo lo que posea Mipibaal ahora es tuyo.» Y Sibá, arrodillándose, le dijo: «¡No sé cómo agradecértelo, oh rey, mi señor!» (2 Samuel 16, 4)
David le preguntó: «¿Cómo está el joven Absalón? El cusita contestó: «Que tengan la suerte de ese joven todos los enemigos de mi señor, el rey.» (2 Samuel 18, 32)
En cuanto a Semeí, hijo de Guera, se presentó al rey cuando hubo pasado el Jordán y le dijo: «Que mi señor el rey perdone y olvide la falta que cometí yo, su siervo, el día en que salía de Jerusalén; que no le dé importancia, (2 Samuel 19, 20)
El me ha calumniado ante ti. Pero, como mi señor el rey es como un ángel de Dios, haz lo que mejor te parezca, (2 Samuel 19, 28)
Mipibaal dijo al rey: «Puede llevárselo todo, ya que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.» (2 Samuel 19, 31)
En mi angustia clamé a Yavé, invoqué a mi Dios, desde su templo oyó mi voz, y mi clamor llegó a sus oídos. (2 Samuel 22, 7)
David, al darse cuenta de la mortandad, suplicó a Yavé: «Señor, yo soy el que ha pecado. ¡Yo obré mal, Señor!, pero éstas, las ovejas, ¿qué han hecho? Caiga, Señor, tu mano sobre mí y mi familia; sobre nadie más.» (2 Samuel 24, 17)