Znaleziono 98 Wyniki dla: Reina Ester

  • Cuando regresó el rey del jardín, vio que Amán estaba inclinado sobre el sofá donde descansaba Ester. «¡¿Y todavía te atreves a violentar a la reina en mi propio palacio?!», gritó. Y a una orden suya le echaron a Amán un paño sobre la cabeza. (Ester 7, 8)

  • Ese mismo día el rey Asuero dio a Ester la casa de Amán, el perseguidor de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey, pues Ester le había comunicado que era su pariente. (Ester 8, 1)

  • El rey, sacándose el anillo que había quitado a Amán, se lo pasó a Mardoqueo. Este, además, fue puesto por Ester como administrador de la casa de Amán. (Ester 8, 2)

  • Ester fue, por segunda vez, a hablar con el rey para suplicarle que dejase sin efecto las medidas adoptadas por Amán en contra de los judíos. Postrada a sus pies, lloraba y le rogaba para que no se cumplieran sus malas intenciones. (Ester 8, 3)

  • El rey, llamando a Mardoqueo, les dijo a ambos: «Ustedes han visto que la casa de Amán se la di a Ester y que a ése lo mandé ahorcar por haber querido acabar con los judíos. (Ester 8, 7)

  • Cuando supo Asuero el número de víctimas en Susa, dijo a la reina: (Ester 9, 11)

  • Ester respondió: «Quisiera aún pedirte algo, ¡oh rey!: permite que los judíos de Susa puedan proseguir mañana ejecutando lo dispuesto en el edicto y ordena además que los cadáveres de los diez hijos de Amán sean colgados de la horca.» (Ester 9, 13)

  • Ester, con su autoridad de reina, estampó su firma en esta segunda carta para que tuviera más valor. (Ester 9, 29)

  • Así, pues, Ester le dio el valor de ley a esta celebración de Purim y quedó constancia de ello por escrito. (Ester 9, 32)

  • ni el pequeño manantial que se convirtió en un río desbordante, ni la luz que brillaba, ni el sol. El río es Ester, (Ester 10, 6)

  • a quien el rey tomó por esposa y la hizo reina. (Ester 10, 6)

  • La reina Ester también fue a pedirle auxilio al Señor ante el peligro que amenazaba su vida. (Ester 14, 1)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina