Znaleziono 797 Wyniki dla: Judá y Simeón

  • De nuevo quedó embarazada, y dio a luz un hijo; entonces dijo: «Yavé ha oído que yo era despreciada y me ha dado todavía otro hijo.» Por eso le puso por nombre Simeón. (Génesis 29, 33)

  • Concibió todavía otra vez y dio a luz un hijo. Y exclamó: «Esta vez alabaré a Yavé.» Por eso le puso por nombre Judá, y ya dejó de tener hijos. (Génesis 29, 35)

  • Al tercer día, cuando estaban más doloridos, dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, agarraron sus espadas, entraron en la ciudad sin peligro y mataron a todos los varones. (Génesis 34, 25)

  • Dijo entonces Jacob a Simeón y a Leví: «Me han dejado en mala situación, y por culpa de ustedes me odiarán los cananeos y los fereceos que ocupan el país. Yo sólo tengo unos pocos hombres, y si ellos se unen para atacarme, me exterminarán junto con toda mi gente.» (Génesis 34, 30)

  • Hijos de Lía: Rubén, el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. (Génesis 35, 23)

  • Entonces Judá dijo a sus hermanos: «¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y tapar su sangre? (Génesis 37, 26)

  • Por aquel tiempo Judá se separó de sus hermanos y bajó donde un tal Jirá, que era de Adulam. (Génesis 38, 1)

  • Judá tomó como esposa para su primogénito Er, a una mujer llamada Tamar. (Génesis 38, 6)

  • Er, primogénito de Judá, fue malo a los ojos de Yavé, y él le quitó la vida. (Génesis 38, 7)

  • Entonces Judá dijo a Onán: « Cumple con tu deber de cuñado, y toma a la esposa de tu hermano para darle descendencia a tu hermano.» (Génesis 38, 8)

  • Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: «Vuelve como viuda a la casa de tu padre, hasta que mi hijo Sela se haga mayor». Porque Judá tenía miedo de que Sela muriera también, al igual que sus hermanos. Tamar se fue y se quedó en la casa de su padre. (Génesis 38, 11)

  • Bastante tiempo después, murió la esposa de Judá. Terminado el luto, Judá subió con su amigo Jirá de Adulam a Timna, donde estaban esquilando sus ovejas. (Génesis 38, 12)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina